Fuente: Cadena de Suministro
El presidente de la naviera Balearia estima que, incluso con un decidido apoyo público, el proyecto podría no estar en marcha hasta 2021.
El líder sindical de los estibadores de Las Palmas Miguel Rodríguez deja sus cargos en la Asociación sindical de estibadores portuarios (Asep) y las organizaciones paralelas del colectivo, entre las que se encuentra la Fundación Canaria Belén María. La decisión, comunicada el lunes por la noche a los afiliados durante una asamblea, supone la promoción de Maximiliano Díaz a la presidencia del sindicato y de Pedro Cazón a su vicepresidencia.
Rodríguez, de 55 años, explica que su renuncia a los cargos nace de su intención de acogerse a una prejubilación el próximo mes de marzo. Hasta ese mes continuará apoyando al sindicato "más como asesor que como representante", ya que también tiene previsto renunciar a los cargos autonómicos en la asamblea de la zona canaria que los estibadores del Archipiélago tienen previsto celebrar el 16 de diciembre.
Serán sus sucesores quienes asuman "el compromiso de la negociación del convenio colectivo" de los trabajadores portuarios del recinto capitalino grancanario, que debe estar cerrado antes de que concluya 2019. "Para nosotros es sumamente importante este último paso, ya que supone rematar y blindar lo que se ha acordado en la negociación estatal", apunta el hasta ahora presidente de los estibadores.
La representación de los trabajadores en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas continuará en manos de Rodríguez hasta que se materialice su jubilación en marzo. A partir de entonces, la organización sindical propondrá a Cazón para que asuma el puesto en el directorio del Puerto.
Rodríguez, vinculado a labores de representación de los trabajadores desde finales de la década de 1980 y presidente del sindicato desde 1998, considera que los cambios ocurridos en el sector durante estas décadas han sido "importantísimos". En este tiempo, la organización ha "afrontado tres modificaciones de la ley, se han peleado dos directivas europeas y ahora esto último, desde la sentencia hasta los tres o cuatro reales decretos".
Estas décadas han supuesto "una mayor integración de la tecnología en los puertos", lo que a juicio del líder sindical implica la necesidad de "mejorar la cualificación y aumentar la preparación para las terminales semiautomatizadas". Si "antes el control de la carga se hacía con lápiz y papel", los estibadores han "asumido ese cambio con la telemática, lo que ha llevado a una mejora de la productividad", abunda.
En cuanto a los avances logrados por el colectivo, Rodríguez apunta a la mejora en la relación con las instituciones públicas y las empresas. "Hemos pasado de ser un barco de guerra a un barco mercante para puertos competitivos, ha habido un cambio importante: antes todo eran peleas y ahora estamos dotados de una gran capacidad de negociación", añade. Además, durante estas décadas el sindicato se ha esforzado por ampliar "la integración de los estibadores en la sociedad". Este aspecto solidario "se inició en el Puerto de Las Palmas y ahora ya se ha constituido la coordinadora solidaria a nivel nacional", destaca.
Rodríguez asegura no tener intención de seguir en el sindicato una vez jubilado. "Hay que cerrar este capítulo, ha sido una experiencia fantástica", reconoce. A partir de marzo, su objetivo es "recorrer el mundo en moto; con esto sueño", concluye.
